Trayecto
y naufragio del Sirio
El
4 de agosto de 1906, el Sirio navegaba frente a las costas de La Manga en
dirección a América. El capitán, Giuseppe Piccone, descansaba en su camarote
durante la sobremesa. En su lugar, un suboficial tomó el mando de la nave. Era
un día soleado y caluroso de verano, con gran visibilidad y el mar en calma. El
barco surcaba el mar muy cerca de la costa, a unos 1.500 metros, a pesar de la
existencia de bajos marinos, señalados por el Faro de las Hormigas.
Alrededor
de las cuatro de la tarde, el Sirio chocó a una velocidad de 15 nudos contra el
Bajo de Fuera de las Islas Hormigas en Cabo de Palos. El barco quedó levantado
de proa y reposado sobre la punta de la roca que le había rasgado el bajo, con
un ángulo de inclinación de 35 grados; el casco y la popa se partieron; y las
calderas explosionaron. El capitán Piccone no reaccionó y el pánico se apoderó
de los pasajeros, quienes luchaban desesperadamente por subir a los botes
salvavidas del Sirio.
Entre
los pasajeros distinguidos del Sirio se encontraban, en el momento de la
catástrofe, la cantante Lola Milanés (fallecida); el obispo de Sao Paulo, José
de Camargo (fallecido); el arzobispo brasileño de Pará, José Marcondes
(superviviente); el tenor de ópera José Maristany (superviviente); el cónsul de
Austria en Río de Janeiro, Leopoldo Politzer (superviviente); el médico Franco
Franza (superviviente); y el maestro Hermoso (superviviente), director de la banda
musical del Hospicio de Madrid.
El estudiante argentino Martín Hailze relató el drama vivido a bordo del Sirio,
al diario 'El Eco' tras el accidente. "Iba en mi camarote de primera
clase escribiendo una carta, cuando una fuerte sacudida me tiró al suelo y una
gritería inmensa me hizo conocer que alguna terrible desgracia había ocurrido.
Pronto supe que habíamos chocado contra unas rocas submarinas. Dolorido del
golpe que al caer había recibido, subí casi a rastras sobre cubierta, y el
cuadro aterrador que se presentó a mi vista perdurará en mi memoria por muchos
años que viva. El buque se sumergía de popa rápidamente; los pasajeros corrían
como locos, dando gritos de terrible angustia, llorando unos, maldiciendo otros
y todos llenos de terror. Esto fue causa de que se cometieran escenas de
verdadero salvajismo. Peleábanse entre sí, hombres y mujeres, por los
salvavidas; pero a patadas, a puñetazo limpio, con uñas y con dientes. Hasta vi
algunos esgrimiendo cuchillos". La popa del buque se hundió en,
apenas, cuatro minutos, permaneciendo la proa en la superficie.
Tras el accidente del Sirio contra el Bajo de Fuera de las Islas Hormigas en
Cabo de Palos (Cartagena, Murcia-España), el caos y la anarquía se apoderaron
de la tripulación y los pasajeros del vapor en su lucha por la supervivencia.
El capitán del Sirio, Giuseppe Piccone, y su tripulación se desentendieron de
la organización de la evacuación del barco y subieron a un bote, logrando
salvar la vida.
El rescate del Sirio constituye, en la Historia de España, la mayor operación
civil de salvamento en la costa. El vapor Marie Louise fue el primer barco en
acercarse al Sirio tras la tragedia. El buque galo salvó la vida de 44
pasajeros y, a continuación, viró su rumbo hacia Alicante. Este barco había
partido del puerto de Cartagena en dirección a Alicante y cubría la ruta entre
Orán (Argelia) y Marsella (Francia).
En las tareas de rescate del Sirio participaron un vapor, un pailebote (goleta
pequeña), y nueve laúdes (embarcación pequeña con un palo y vela latina). El
vapor mencionado era el Marie Louise, de nacionalidad francesa, y estaba comandado
por el capitán Colomer. El pailebote 'Joven Miguel' era español y estaba
comandado por el patrón Vicente Buigues. Los nueve laúdes de Cabo de Palos
(Cartagena, Murcia) que participaron en el salvamento eran: 'Vicente Lacamba',
su patrón era Agustín Antonio Valdivia; 'Cristo', patroneado por José Salas
Martínez; 'San Pedro', con Ramón Parodi como patrón; 'Joven Vicente', su patrón
era Juan Bautista Rodríguez; 'Pepa y hermanos', patroneado por Manuel Puga
Romero; 'Francisca', con José Ruso Manzanares de patrón; 'Nuestra Señora de los
Ángeles', su patrón era Pedro Llorca Zaragoza; 'San José', patroneado por Juan
Valero Martínez; y 'Pepe Hermanos', con Miguel Puga de patrón.
El marinero Vicente Buigues protagonizó la mayor acción heroica de la trágica
jornada, cuando se dirigía a Cartagena procedente de Denia. El patrón del
pailebote 'Joven Miguel' dirigió su embarcación hacia el Sirio, a pesar de la
oposición de su tripulación. La primera operación de Buigues fue incrustar su
popa en el lateral del Sirio, operación de verdadero riesgo, por el peligro que
conllevaba de que el hundimiento definitivo del Sirio se llevara al fondo a su
pailebote y tripulación. Una vez lograda cierta estabilidad, con tablas y
cuerdas hizo una pasarela segura entre el Sirio y la cubierta del 'Joven
Miguel'. Así, logró la salvación de más de 400 personas, hacinadas en el 'Joven
Miguel' hasta su desembarco en el puerto de Cartagena. Además, los fareros de
las Islas Hormigas, José Acosta y Manuel Jiménez, ayudaron a un centenar de
náufragos a alcanzar el islote y les atendieron tras el rescate.
Juan de la Cierva Peñafiel, ex-ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes,
elogió el comportamiento heroico de los habitantes de Cabo de Palos con los
naúfragos del vapor Sirio. "Estos
hombres rudos, ancianos, algunos octogenarios, tienen el corazón muy grande,
hecho para el mar. Y sin que nadie los estimularan armaron sus frágiles barcos
y a volar,


Hola Raquel, me parece un blog muy interesante.
ResponderEliminarHola Raquel, me parece un blog muy interesante.
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